Asphalt Overdrive nos lleva hasta la California de los ochenta
Carreteras de costa californianas y vehículos de principios de los 80 es una mezcla que llama la atención a cualquiera. Luego sumas Gameloft y free-to-play y la líbido se te queda por los suelos. Sin embargo sé lo fanáticos que sois por aquí de los juegos gratuitos, y pese a los obstáculos con los que choca este Asphalt Overdrive, vale la pena darle un tiento.
La saga abraza la vertiente endless runner para presentarnos una conducción centrada en los gestos en vez de en el volante o el giroscopio. Así, cambiaremos de carril deslizando el dedo en la pantalla, lo mismo que haremos para aprovechar los saltos y derribar otros vehículos mientras avanzamos por los distintos niveles y escenarios propuestos por el juego.
Reconozco que me habría gustado más enfrentarme a otro estilo de juego, algo similar al mítico Cruis'n USA de Midway que no apretase el freno cada pocos segundo para devolvernos a la pantalla de selección con billetes y lingotes de oro por el medio, pero también es uno de esos juegos que se disfrutan en los ratos muertos, con un par de partidas y a otra cosa, mariposa.
Jugándolo con esa calma no te ves obligado a pelearte con el índice de gasolina, que pese a tener varias barras para mantenerte ocupado durante un buen rato sí lastrará la experiencia a aquellos que quieran quedarse pegados a la pantalla durante horas. Jugado un free-to-play, jugados todos, que dirán algunos, pero seguro que este Asphalt Overdrive acaba ganándose a su público.
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