Cómo hacer downgrade de OS X Yosemite a OS X Mavericks

Cómo hacer downgrade de OS X Yosemite a OS X Mavericks

OS X Yosemite, la última versión del sistema operativo de Apple, lleva ya casi dos semanas entre nosotros. No es mucho tiempo, pero seguro que ha sido más que suficiente para que hayáis explorado a fondo muchas de las diversas posibilidades que ofrece y os hayáis acostumbrado a su renovado aspecto.

Pero el hecho es que nunca llueve a gusto de todos, como se suele decir, y es más que probable que a algunos no les haya convencido esta última revisión de OS X que ha presentado Apple. Ya sea precisamente por el nuevo aspecto de Yosemite, por no estar conformes con sus nuevas características o sólo por pura costumbre, sin duda habrá usuarios de Apple que echen de menos su conocido, y seguramente querido, OS X Mavericks.

Si por la razón que sea te cuentas entre los descontentos, estás de enhorabuena: hoy vamos a hablar decómo hacer downgrade de OS X Yosemite y OS X Mavericks de forma sencilla. Lo único que necesitarás es que el Mac cuyo sistema operativo quieras cambiar esté conectado a Internet… eso, y un poco de paciencia.

Lo primero que deberás hacer es reiniciar tu ordenador. Cuando escuches el sonido de inicio mantén pulsadas las teclas Alt + Comando + R durante un par de segundos para que el Mac arranque en modo de red. Verás que en la pantalla aparece un icono giratorio, y debajo de él un pequeño texto en el que se te explica que el sistema está intentando realizar una recuperación a través de Internet. Comenzará entonces la descarga de OS X Mavericks, en caso de que cuando lo compraras trajera Mavericks por defecto.

Cuando la descarga concluya, podrás escoger entre dos opciones: hacer una instalación encima del sistema actual o una instalación limpia. Como ya imaginarás, en el primer caso conservarás todos tus archivos y carpetas; en el segundo, en cambio, la información se perderá y el Mac quedará como nuevo.

La primera alternativa no te exige que hagas nada más, pero si te decides por realizar una instalación limpia habrá un paso intermedio: en el menú de instalación de OS X selecciona la opción Utilidad de discos y pulsa Continuar. Dentro del menú de la Utilidad de discos escoge tu disco duro principal y pulsa en Borrar. El proceso debería durar sólo unos minutos.

Hecho esto, y con tu disco duro principal ya limpio, cierra la Utilidad de discos y vuelve al menú de instalación de OS X. Selecciona la opción Reinstalar OS X y pulsa sobre Continuar. A partir de este punto el proceso es automático. El tiempo que tarde dependerá de tu conexión a Internet y del volumen de usuarios que por la razón que sea estén utilizando los servidores de Apple, pero puedes calcularlo en torno a unos 30 ó 45 minutos.

Cuando la instalación acabe, ya tendrás Mavericks de vuelta en tu Mac y podrás configurarlo normalmente.