El nuevo MacBook Pro con pantalla retina es más ligero, más potente y más delgado; pero el esfuerzo de ingeniería necesario para poder conseguir estas mejoras tiene sus consecuencias. Los chicos de iFixit siempre nos lo demuestran desmontando el ordenador y comprobando la misma tendencia de siempre: la reparabilidad es prácticamente nula.
Entre los cambios más importantes de la composición interna tenemos un cambio de distribución de la batería en el modelo de 13 pulgadas, que hereda la técnica de su hermano mayor pegándose directamente a la carcasa y alejándose del trackpad. Este nuevo modelo también tiene un sólo ventilador en vez de dos.
El modelo de 15 pulgadas es el que ha cambiado menos, excepto en los componentes internos que ya nos comentó Phil Schiller en la keynote. Pero en ambos casos, no se recomienda para nada repararlo con las herramientas que se tengan en casa. Primero porque pierdes la garantía de Apple, y segundo porque es tremendamente complicado. Opiniones aparte, es el camino que Apple toma con cada vez más claridad.
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