Apple ha incrementado su previsión de gastos para el próximo año fiscal en un 61% respecto a 2013 y casi diez veces desde 2008 hasta un total de 10.500 millones de dólares en los que no se incluye el coste de las tiendas físicas de la compañía. La cifra es un pequeña fracción de los 171.000 millones de dólares de ingresos amasados durante este año pero se trata de una cifra récord que tan solo es superada por los 22.000 millones que gasta Samsung comparados a los 3.700 millones de HP o los 3.950 de Sony.
Este dinero irá a parar directamente a las fábricas de las que saldrán los próximos productos de la compañía con la adquisición de la última tecnología en robots de ensamblaje procedentes de la industria automóvil para los nuevos Mac Pro, láseres o fresadoras para moldear el aluminio de los MacBooks o equipo para probar las lentes de cristal de zafiro del iPhone y el iPad.
Apple está profundizando en las tecnologías que utiliza en sus procesos de fabricación, realizando cada vez más ofertas para conseguir exclusivas en el uso de maquinaria realmente especializada que habitualmente tan solo han sido utilizadas por compañías aerospaciales o de defensa para crear pequeños lotes.
“Sus diseños son tan únicos que tienen que contar con procesos de fabricación muy especiales para llevarlos a cabo” – Muthuraman Ramasamy , analista de la consultora Frost & Sullivan. “Apple tiene tanto dinero que puede invertir en la vanguardia, maquinaria de primera clase que normalmente se utiliza en el sector aeroespacial y de defensa.”
El proceso de fabricación de Apple comienza normalmente con el equipo de diseño industrial liderado por Jonathan Ive poniendo sobre la mesa ideas para las que el equipo de ingeniería de hardware trata de desarrollar métodos de producción a gran escala. Sus ingenieros suelen pasar semanas en las instalaciones en Asia asegurándose de que todo funciona correctamente, y entre sus últimos fichajes no es raro encontrar expertos en robótica e ingenieros capaces de operar equipos de fabricación de gama alta.
Este enfoque constrata con el de otras compañías tecnológicas que acostumbran a confiar en sus socios en Asía no solo para la fabricación, sino también para el diseño e ingeniería necesarias para producir un artículo en grandes cantidades.
“La mayoría de compañías contratarían a firmas de diseño para crear representaciones de un producto, lanzarlo por encima del muro en China y esperar que los ingenieros chinos se encarguen de todo el trabajo”, asegura Cormac Eubanks, director de desarrollo de producto de la firma de diseño industrial Frog Design. “Lo que hace Apple es duro y necesita de una gran cantidad de tiempo y dinero”
Encontramos algunos ejemplos recientes en las herramientas desarrolladas por la propia Apple en 2010 durante la creación del iPhone 4 para probar la nueva tecnología de giroscopios utilizada en el teléfono a la escala que necesitaba la compañía, o el método para aplicar un recubrimiento anti-refectante a las pantallas de los Mac a partir una técnica utilizada previamente en pequeña escala en productos sanitarios y telescopios astronómicos, y que no se había automatizado para producir millones de ordenadores al año.
También, este mismo mes conocíamos los planes de la manzana para construir una planta de fabricación de cristal de zafiro en Arizona gracias a un ventajoso acuerdo con la empresa GT Advanced Tecnologies por el que Apple hace las veces de banco adelantando 578 millones de dólares a la compañía, que se los devolverá en cinco años a partir de 2015, presumiblemente en especias reemplazando los Gorilla Glass de Corning para los paneles de cristal de los próximos teléfonos de la manzana.
No hay comentarios:
Publicar un comentario