En la actualidad, Apple es casi sin ninguna duda el fabricante que mejor hardware tecnológico lanza al mercado. En el apartado de los smartphone, pocos igualan al iPhone 5, pero hace tiempo que el software cobró mucha importancia, y en este aspecto no marcan tanto la diferencia. Por esta razón, los chicos de Tim Cook tienen entre manos uno de los proyectos más importantes de los últimos años, y tendrán que resolver las claves de iOS 7 para volver a sorprendernos a todos.
Un golpe sobre la mesa necesario
Es curioso pero después de un año tan frenético como el 2012 para Apple, este 2013 está siendo todo lo contrario. Esta sequía de nuevos productos se refleja sobretodo en que la compañía está perdiendo interés en la escena tecnológica. En el ámbito económico, la bolsa también castiga esta falta de novedades.
En un momento en el que Android como sistema operativo, y los fabricantes como HTC con su One están poniendose a la altura del iPhone, se presenta una ocasión crucial para que los de Cupertino den un golpe de autoridad sobre la mesa.
Esta situación me recuerda a los meses previos a la presentación del iPhone 4, cuando Steve Jobs en una charla privada con sus empleados dijo que la próxima generación tendría que aplastar en calidad a Android. En aquella ocasión lo consiguieron, pero ahora la clave es iOS 7.
Nuevas funciones que aporten potencia y un soplo de aire fresco
¿Tan mal está ahora mismo iOS respecto a la competencia?. Seamos sinceros, para nada. El sistema operativo móvil de la compañía sigue siendo bastante superior en estabilidad, optimización y ecosistema; aspectos muy importantes. Pero volvamos a ser sinceros, no recibe nuevas funciones de peso desde hace demasiado tiempo, y iOS 7 tiene que sorprendernos de nuevo.
Una de las claves de iOS 7 es traernos un soplo de aire fresco; hacernos sentir a los usuarios que llevamos 6 versiones del sistema que estamos probando funciones nuevas, y no más de lo mismo. El encargado de disipar las dudas sobre el continuismo excesivo del sistema es Craig Federighi.
El desarrollo del sistema operativo no es anárquico, sigue un roadmap programado y cada año se van añadiendo funciones según el tiempo del que disponen los ingenieros. En este sentido, hay un indicador de que iOS 7 vendrá cargado de novedades y es que hace unos días se filtró que es un proyecto de máxima prioridad, incluso se estaban desviando ingenieros de otros departamentos como OS X para ayudar en el proceso (circunstancia que ya tuvo lugar en la presentación del primer iPhone).
Hay otro detalle fundamental en la forma de trabajar en Cupertino, y es que una función no se añade hasta que no se encuentra la forma adecuada de hacerlo. Esto está muy en la línea del continuismo de Apple, por eso la multitarea tardó años en llegar, hasta que encontraron la forma de que no afectara drásticamente a la batería.
Por tanto, tampoco significa que la nueva versión sea un cambio radical. La base será la misma, pero una de las claves de iOS 7 es que habrá nuevas funciones, muchas que se echan de menos, como la comunicación entre aplicaciones, accesos rápidos a los ajustes, mejoras en la multitarea, un Siri realmente útil, más dinamismo en el centro de notificaciones o nuevos usos para iCloud. Sobre algunas de ellas ya hicimos un análisis.
La interfaz, el broche final
El nombramiento de Jonathan Ive como responsable de Human interface nos trajo cierta ilusión a todos los usuarios por la confianza que se ha ganado. El diseño de Ive se basa fundamentalmente en los principios de Dieter Rams. Ya os contamos nuestra visión personal hace algunos días, y podemos resumirlo con las siguientes palabras:
El diseño no es solo cómo se ve o cómo se siente. El diseño es cómo funciona.Esto significa que no basta con que la interfaz quede bonita, tiene que contribuir a que la experiencia de usuario sea lo más óptima posible, lo más funcional que puedan lograr. Y uno de los primeros pasos será eliminar gran parte del skeumorfimo presente en la actualidad en iOS y simplificar su interfaz siguiendo una tendencia más minimalista.
Pero además de nuestra perspectiva personal al respecto, las filtraciones que salen de Cupertino apuntan a la misma dirección, una interfaz menos sobrecargada, más plana y bonita:
El trabajo de Ive está haciendo a mucha gente realmente feliz, pero también está haciendo que los diseñadores amantes de las texturas sobre cargadas queden decepcionados.Ive está impulsando un diseño plano, más marcado y simple.
Al igual que el apartado anterior, la interfaz tampoco va a cambiar desde sus cimientos. Puede adquirir algún retoque de OS X, como el nuevo Dock o de iTunes 11, como Expanded View; pero personalmente creo que las claves de iOS 7 en la interfaz irá enfocada en los siguientes puntos:
- Unificar la interfaz: aunque no sea un problema grave, en iOS hay aplicaciones con exceso deskeumorfismo (la palabra correcta en español sería analogía), otras con las antiguas texturas azules (por ejemplo Safari), otras con texturas grises (por ejemplo Mapas) y algunas con texturas negras (por ejemplo la App Store). iOS 7 es una buena ocasión para unificar este aspecto de la interfaz.
- Minimalismo: no sabemos a ciencia cierta si Ive influyó en el rediseño de la barra de música de la pantalla de bloqueo, pero desde luego sigue su estilo: más simplicidad y modernidad. En mi opinión este es un buen ejemplo de la tendencia general.
- Funcionalidad: tampoco sabemos si la última actualización de Podcasts llevaba su sello, pero quedó eliminada la sobrecarga de skeumorfismo y ganó un aspecto más moderno. Esta tendencia de diseño se está criticando en exceso, pero sí es cierto que cambios como el sufrido por Podcasts están más que justificados.
En resumen, iOS 7 tiene que ser un golpe de autoridad, una actualización que vuelva a marcar la diferencia, y para ello necesitan añadir nuevas funciones que aumenten exponencialmente las posibilidades de nuestro dispositivo y realizar una puesta a punto de la interfaz. ¿Se cumplirán nuestros deseos? Espero que en la WWDC 2013 vuelvan a ilusionarnos a todos.
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