El primer test lo realizan sustituyendo el disco duro de serie por un SSD, exactamente el modelo OWC Mercury 6G. Los resultados de lectura y escritura tienen una media de 500 MB/sec (usando diferentes tamaños de archivo en las transferencias). Un valor que ya supone una gran mejora. Pero luego, al colocar el segundo disco SSD, configirarlo en RAID 0 y lanzar el test obtenemos resultados entorno a los 970 MB/sec.
Las velocidades son de vértigo. Con una configuración RAID el equipo gana muchísimo potencial. Lastima que, como decíamos al inicio, el Mac Mini no incluya una gráfica mejor. Algo por una parte entendible ya que tendrían que meter un sistema de disipación así como otros cambios extras. Pero bueno, tal y como innovan con el diseño del iMac podrían hacerlo ahora para conseguirlo. Seguro que entonces, el Mac Mini sería el equipo ideal de muchos.

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