Tras la salida del nuevo iMac seguramente te estarás preguntado si vale la pena el salto generacional. Con ese nuevo diseño exterior, haciendo que sea mucho más delgado y mejorando la visibilidad de la pantalla, hace que sea realmente atractiva la idea de adquirir uno. Si tienes alguna duda sobre él, a continuación analizaremos qué trae de nuevo y qué ha cambiado este nuevo modelo de la familia de los iMac y si vale la pena el cambio.
Hoy mismo hemos visto los nuevos iMac presentados por Apple en su keynote. Este hecho nos hace preguntarnos si vale la pena el salto generacional, si está bien justificado. Para llegar a contestar esta pregunta tendremos que analizar paso a paso este nuevo miembro de la familia.
Empecemos por el diseño, que es simplemente espectacular. Si ya era increíble la delgadez de sus pasados modelos, este hace que sus predecesores parezcan excesivamente gruesos. Con su diseño de aluminio y cristal consigue un 40 por ciento menos de grosor y su borde alcanza la friolera medida de 5mm de grosor, algo que sin duda siempre se recibe con los brazos abiertos. Pero donde más ha acertado Apple es en la reducción de los reflejos en un 75 por ciento, todo ello sin perder el contrastes y los brillos de los colores en sus flamantes pantallas LCD. Nada más que decir sobre este tema, Apple lo ha vuelto a hacer y ha mejorado en diseño.
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