En la interminable búsqueda por solucionar uno de los mayores y preocupantes problemas de esta era de la revolución digital, “la falta de seguridad sobre la durabilidad de los contenedores”.
El cuerpo de científicos de la Universidad de Southampton (en el Reino Unido) han logrado dar un agigantado paso adelante en cuanto a el desarrollo de sistemas de almacenamiento de datos: creando un disco duro de cuarzo, capaz de sobrevivir millones de años y mantener intacta la data. Lo han llamado el “Superman de las memorias”.
Esta asaña se ha logrado mediante el empleo de un cristal nanoestructurado (es decir que esta formado por cristales de un tamaño inferior a 100 nanómetros) logrando desarrollar un nuevo y revolucionario sistema de almacenamiento óptico basado en una compleja técnica de recuperación de información en cinco dimensiones (5D), una técnica que lleva en desarrollo desde hace ya seis años. Este nuevo sistema, que permite literalmente “propiedades sin precedentes” según lo detallaron los responsables del proyecto, este ofrece una asombrosa capacidad de almacenamiento de 360 TB, lo cual es equivalente a diez millones de archivos de canciones en tan solo 1 cristal del cuarzo.
Para conseguir el almacenamiento, los documentos sa grabaron mediante un láser ultrarrápido y de última generación que produce pulsos extremadamente cortos e intensos. El archivo se escribe en tres capas de puntos nanoestructurados y separadas por cinco micrómetros, esto quiere decir que es una millonésima parte de un metro. Los datos son guardados a través de nanoestructuras autoensambladas que son creadas en cristal de cuarzo fundido. La codificación de la información a ser almacenada se realiza en cinco dimensiones.
Uno de los hitos alcanzados por el proyecto es, sin duda alguna es, su durabilidad. Según sus creadores, tiene una vida útil “prácticamente ilimitada” estimada nada mas y nada menos que en 13.800 millones de años en una temperatura ambiente de unos 190 grados, aunque también es capaz de soportar temperaturas de mil grados centígrados. Este nuevo sistema “abrirá una nueva era de almacenamiento de datos”.
Entre sus posibles aplicaciones en la actualidad, dicen los responsables, podría ser orientado en gran medida a sistemas de almacenamiento por ejemplo de museos y bibliotecas lo que les permitirá “preservar sus registros e información”, ya que se habla de instituciones que requieren de muy grandes espacios para registrar sus archivos digitalizados.
“Es sumamente emocionante pensar que hemos creado la tecnología para preservar y almacenar documentos e información para las generaciones futuras. Esta tecnología puede asegurar la última evidencia de nuestra civilización: lo que todos hemos aprendido no será olvidado», señala el profesor Peter Kazansky, quien es miembro del Centro de Investigación Optoelectrónica de la universidad inglesa.
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