Los creadores de Cut the Rope se han mantenido en un nivel más que aceptable en sus lanzamientos, saben crear experiencias tan divertidas como adictivas e incluso separados del éxito del monstruito Om Nom han entregado ideas interesantes como la Pudding Monsters o el título que nos ocupa, la mezcla de plataformas y multijugador masivo de King of Thieves.
Inspirado por el batiburrillo de trampas de Super Meat Boy, el estudio inglés de Zeptolab ha creado un plataformas en el que meter con calzador un sistema free-to-play a base de llaves, para entrar a los niveles, y mazmorras que editar para mejorar nuestros bonus temporales. Digo con calzador porque al fan del género de toda la vida no le cuadrará por ningún sitio la idea, pero lo cierto es que a nivel comercial la idea es fantástica.
Fantástica para ellos, claro, no para nosotros, que tendremos que lidiar con cerraduras aleatoriasque de golpe y porrazo pueden bajar nuestro contador de llaves de cinco a uno, obligándonos a esperar o a pasar por la tienda para restablecer nuestro inventario. El sistema de monetización se completa con las gemas que deberemos mejorar, también previa espera, para subir puestos en los marcadores globales.
No me parece mal, ojo, tiene pinta de ser uno de esos juegos perfectos para matar el rato mientras viajamos en transporte público o enviamos un fax, a base de escenarios muy cortos en los que nuestra habilidad al hacer saltar al personaje tocando sobre la pantalla decidirán si conseguimos el premio del nivel o acabamos masacrados en una trampa y, por ende, consiguiendo una menor parte de beneficios.
Vale la pena darle un tiento, sobre todo por la creación de mazmorras, también eligiendo la posición de las trampas para que otros jugadores no puedan conseguir nuestro botín, pero eliminando la posibilidad del pay-to-win obligando al jugador a superar su propio escenario antes de poder guardarlo para que lo intente superar el resto de la comunidad. Vale la pena echarle un vistazo.
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