WhatsApp, esa aplicación para enviar mensajes gratis que está ahora en el ojo del huracán. Hace unas semanas comenzaba a exigir el pago de su cuota anual, esta vez en serio, de lo que se está beneficiando la competencia.
Quizás todavía no nos haya tocado pagar, o si hemos decidido hacerlo, quizás sea por que es ‘la que todo el mundo usa’. Y es que WhatsApp puede tener algunas características que no gusten a todos, como la pérdida de privacidad que tenemos cada vez que nos conectamos. Sí, estoy hablando del indicador de última conexión y vamos a ver algunas aplicaciones y técnicas que nos ayudan a ocultarlo.
Al margen de que la utilidad final que le da cada uno, que entra dentro de las libertades del usuario, hay dos enfoques distintos y a menudo polémicos. Por una parte, podemos utilizar WhatsApp en modo oculto para espiar a otra gente. Por otra, podemos hacerlo para reclamar esa privacidad que es nuestra y que cada uno ha de gestionar a su voluntad.
Seguro que recordáis al pesado de Fulanito que os habla a la vez que vuestro amigo del alma, contestáis a este y tenemos que contestar al otro también para no hacerle el feo. Porque una vez entráis en la aplicación, os aparece como conectado.
WhatsApp en modo oculto, la forma difícil o manual
Como vamos a ver más adelante, las aplicaciones para pasar desapercibido en WhatsApp no son ninguna maravilla. Fundamentalmente lo que hacen es que al iniciar la aplicación desactivan todas nuestras conexiones a internet, tanto WiFi como datos.
Esto lo podemos hacer manualmente, podemos desactivar los datos del móvil (Ajustes > Conexiones inalámbricas > Redes móviles > desmarcar la casilla ‘Datos móviles’) teniendo por supuesto el WiFi desactivado. La idea es no entrar nunca a la aplicación conectados a internet.
Con este patrón (desactivar, entrar, leer/escribir, salir, activar) podemos comunicarnos sin aparecer online. Es un poco rudimentaria, lo sé, pero hace su papel. Incluso podemos enviar y recibir imágenes con este método. Y es el que siguen las aplicaciones que nos mantienen oculto.
Aplicaciones para ocultarnos en WhatsApp
Antes de nada, reiterar lo que he adelantado antes. Las aplicaciones no son ninguna maravilla, pero hacen su función. El mecanismo es algo molesto y hablar desde ellas es un incordio, pues tenemos que andar entrando y saliendo para que se envíen los mensajes. Aún así, funcionan.
WhatsApp Hide
La primera de ellas no podía ser más sencilla. Se trata de una aplicación con un acceso directo a WhatsApp. Cuando pulsamos el botón, se abre WhatsApp desactivando las conexiones. Lo hace muy rápido, por lo que no es del todo molesto.
Como podéis suponer, es necesario que entremos a WhatsApp desde esta aplicación, de no hacerlo entraremos en conexión y ‘seremos descubiertos’. Una vez salimos de WhatsApp las conexiones se reanudan también automáticamente, y es en este momento cuando se envían los mensajes que hayamos mandado.
En Google Play | WhatsApp Hide
WhatsApp Shadow
Esta aplicación es bastante más completa, dentro del margen de maniobra que tienen los desarrolladores. La aplicación es un acceso directo a WhatsApp, lo abre directamente, aunque esta aparece con una pestaña arriba, desde la que podemos seleccionar si queremos seguir en modo oculto o no.
Entrando desde el icono de WhatsApp Shadow, se abre en modo oculto, y esta preferencia se guarda aunque entremos desde el icono original. Aparecerá la pestaña de arriba en rojo y podremos cambiarla a verde, donde sí aparecerá nuestro estado.
En esta aplicación tenemos además la opción de, estando en modo oculto, refrescar los mensajes. Lo que hace es algo parecido a salir de la aplicación bloqueando la imagen, establecer conexión, comprobar mensajes, desactivar conexión y volver a entrar. Algo que sin duda sería muy tedioso hacer manualmente.
Invisible WhatsApp
Se trata de otra aplicación que hace lo mismo, aunque la publicidad en esta puede ser más intrusiva. Para activar la aplicación primero tenemos que compartirla con un amigo. Acto seguido, ya podemos entrar en WhatsApp desde el icono de Invisible WhatsApp, la aplicación se encargará de gestionar las conexiones.
La diferencia con las aplicaciones vistas antes está en que podemos acceder a WhatsApp desde el icono de la aplicación, sin ninguna pantalla intermedia, y que no muestra ningún tipo de modificación visual con las otras.
Lo malo, muestra publicidad de vez en cuando, y es bastante intrusiva. Para elminarla tienen una versión de pago por 99 céntimos de euro.
Conclusiones
Mientras que la plataforma dominante en mensajería instantánea siga siendo WhatsApp muchos seguiremos atada a ella. Tanto si hay que pagar como si no, e independientemente de que nos guste más o menos. Una de las grandes pegas a esta aplicación es, como digo, la falta de privacidad.
Ahora tenemos técnicas para escapar de ello y, aunque sean bastante primitivas, nos pueden ser útiles en alguna ocasión tanto de forma manual como con este tipo de aplicaciones. Utilizarlas o no ya queda en manos del usuario.
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